Mes: junio 2014

SEGUNDO MANIFIESTO DEL “CINEMA NÔVO” Glauber Rocha (1970)

“El Cinema Nôvo comienza a adquirir el propio rostro del cine brasileño. Por eso insisto: incluso si creemos que la palabra ya es vieja, nosotros no podemos acabar con un espíritu que es más grande que nuestra voluntad. Pero los jóvenes deben saber que no pueden ser irresponsables frente al presente y al futuro porque su anarquía de hoy puede ser la esclavitud de mañana. Pronto el imperialismo vendrá a explotar las nuevas primeras materias. Si el cine brasileño es las palmeras del tropicalismo es necesario que los campesinos que han vencido la sequía se pongan  en guardia para evitar que el cine brasileño no llegue a ser subdesarrollado.

“La única manera de luchar es producir: el que no quiere ver esta realidad es ciego o idiota. Los cineastas del Tercer Mundo deben organizar la producción nacional y expulsar el cine imperialista del mercado nacional.

“Si cada país del Tercer Mundo tiene una producción sostenida por su propio mercado un cine revolucionario tricontinental será posible.

“El cineasta del Tercer Mundo no debe tener miedo de ser “primitivo”. Será solamente “naïf” si insiste en imitar la cultura dominadora. También será “naïf” si se hace patriotero. Debe ser antropófago y dialéctico.

“Hacer de manera que el pueblo colonizado por la estética comercial/popular (Hollywood), por la estética populista/demagógica (Moscú), por la estética burguesa/artística (Europa), pueda ver, entender y comprender una estética revolucionaria/popular que es el único objetivo que justifica la creación tricontinental. Pero también es necesario  crear esta estética.

“La toma del poder político por los colonizados es fundamental.

“Pero la toma del poder no es suficiente.

“La creación de una estética revolucionaria/popular es una tarea revolucionaria en la revolución porque todo poder político tiene miedo de la crítica dialéctica. ¿Excepciones?

“La estética revolucionaria/popular todavía es una utopía.

“El cine tropicalista todavía es el lado virgen de esta utopía.

“El cineasta tricontinental debe quemar las teorías que los neo-colonialistas de izquierda  quieren imponernos.

“Un cineasta tricontinental es torturado por la policía. También puede ser fusilado.

“Una verdadera relación internacional debe estar fundada sobre un principio: ¡basta de paternalismo, basta de solidaridad sentimental, basta de humillación, basta de agresividad gratuita, sobre todo basta de consejos!

“Las imágenes no tienen necesidad de traducción y las palabras de izquierdas no salvan las imágenes de derechas.

Glauber Rocha (1970)

Amazonas, Amazonas (Glauber Rocha) 1965

Glauber Rocha no se reconocía estéticamente en este documental, siendo por ello extremadamente crítico consigo mismo y consecuente con su evolución formal y conceptual respecto de un cine más “auténtico” y reflexivo para con la realidad brasileña y regional. En entrevistas realizadas por los Cahiers du Cinema –n.° 214, julio-agosto 1969- y “Hablemos de Cine” -n.° 47, mayo-junio 1969-, decía lo siguiente acerca de algunos de sus primeros trabajos:
-“Al principio de los años sesenta tenía una idea del cine muy vanguardista, en el mal sentido de la palabra; hice dos cortometrajes con este espíritu: Patio y Cruz na Praca. Este último no lo acabé porque, cuando vi el material montado, comprendí que estas ideas ya no funcionaban, que mi concepción estética había cambiado. Luego, entre Deus e o Diabo y Terra em Transe, rodé dos documentales; uno sobre Amazonia y otro sobre las elecciones políticas en la provincia de Maranhao, que es una provincia de Amazonia. El film sobre Amazonia, que era mi primer ensayo en color, fue un completo fracaso; llegué a Amazonia con una idea preconcebida y descubrí que no existía la Amazonia legendaria y mágica, la de los cocodrilos, la de los tigres, la de los indios, etc.”

Barravento (1962) – Glauber Rocha (Subtítulos en Español)

«Barravento», de hecho, no es un film mío porque lo rodé casi por casualidad. Lo empezó otro director, Paulino Dos Santos, y, después de un accidente de rodaje, tuve que continuarlo. No había escrito el argumento; lo hice bastante deprisa, con 3.000 dólares y 6.000 metros de negativo. Después ví el material, no megustó y lo abandoné. Ocho meses más tarde, Nelson Pereira Dos Santos vio los «rushes», encontró un cierto interés en ellos y comenzamos a reconstruir el film. Pero en realidad es un film inacabado, bastante primario en su construcción. Partía de ideas que no supe desarrollar. Algunos elementos de Barravento todavía forman parte de mis preocupaciones, el fatalismo místico, la agitación política y las relaciones entre poesía y lírica, una relación compleja en un mundo bárbaro, el mundo de los negros. Para mí, Barravento sólo es un ensayo cinematográfico, una experiencia debutante.» (Glauber Rocha)

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS DEL «CINEMA NOVO» (Glauber Rocha, 1965)

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
DEL “CINEMA NOVO”
Glauber Rocha (1965)

“Evito la introducción informativa, que se ha hecho característica en las discusiones sobre América Latina; me gusta más definir el problema de las relaciones entre nuestra cultura y la cultura civilizada en términos menos limitativos que los que emplea en su análisis el observador europeo. De hecho, mientras que América Latina llora sin parar sus miserias desgarradoras, el observador extranjero no las percibe como un suceso trágico, sino sólo como un presupuesto formal del campo de su encuesta. Éste carácter superficial, en los dos casos, es el fruto de una ilusión que deriva de la pasión de la verdad (uno de los más extraños mitos terminológicos que se ha infiltrado en la retórica latina), cuya función es para nosotros de redención, mientras que para el extranjero no tiene otra significación que la simple curiosidad; nada más, a nuestro entender, que un simple ejercicio dialéctico. De esta manera, ni el latinoamericano comunica su verdadera miseria al hombre civilizado, ni el hombre civilizado comprende verdaderamente la miserable grandeza del latinoamericano.

“Fundamentalmente, se puede sintetizar así la situación del arte en Brasil: hasta hoy, una falsa interpretación de la realidad ha provocado una serie de equívocos que no se han limitado al dominio artístico, sino que han contaminado sobre todo al dominio político.

“El observador europeo se interesa por los problemas de la creación artística del mundo subdesarrollado en la medida en que satisfacen su nostalgia por el primitivismo; pero este primitivismo se presenta bajo una forma híbrida, fue heredado del mundo civilizado y mal comprendido al ser impuesto por el condicionamiento colonialista. América Latina es una colonia; la diferencia entre el colonialismo de ayer y el de hoy reside solamente en la forma más refinada de los colonizadores actuales. Y, durante este tiempo, otros colonizadores tratan de reemplazarles con formas todavía más sutiles y paternalistas.

“El problema internacional de América Latina no es más que una cuestión de cambio de colonizador; nuestra libertad, en consecuencia, está siempre en función de una nueva dominación.

“El condicionamiento económico nos ha conducido al raquitismo filosófico, a la impotencia, a veces consciente, a veces no: lo que engendra, en el primer caso, la esterilidad, y en el segundo, la histeria. De donde se deriva que nuestro equilibrio, en perspectiva, no puede surgir de un sistema orgánico, sino sobre todo de un esfuerzo titánico, autodestructor, para sobrepasar esta impotencia. Sólo en el apogeo de la colonización nos damos cuenta de nuestra frustración. Si, en este momento, el colonizador nos comprende, no es por la claridad de nuestro diálogo, sino por el sentido de lo humano que eventualmente posee. Una vez más, el paternalismo es el medio utilizado para comprender un lenguaje de lágrimas o de dolores mudos.

“Es por esto por lo que el hambre del latinoamericano no es solamente un síntoma alarmante de la pobreza social; es la esencia de su sociedad. Así podemos definir nuestra cultura como una cultura de hambre. Ahí reside la trágica originalidad del “Cinema Novo” en relación al cine mundial: nuestra originalidad es nuestra hambre, que también es nuestra mayor miseria, sentida pero no comprendida.

“De todas maneras nosotros la comprendemos, nosotros sabemos que su eliminación no depende de programas técnicamente elaborados sino de una cultura de hambre que, al mirar las estructuras, la sobrepase cualitativamente. Y la más auténtica manifestación cultural del hambre es la violencia. La mendicidad, tradición venida de la piedad redentora y colonialista, ha sido la causa del estancamiento social, de la mistificación política y de la fanfarrona mentira cultural.

“El comportamiento normal de un hambriento es la violencia, pero la violencia de un hambriento no es primitivismo: la estética de la violencia, antes que ser primitiva, es revolucionaria; es el momento en que el colonizador se da cuenta de la existencia del colonizado.

“A pesar de todo, esta violencia no está impregnada de odio sino de amor, aunque se trata de un amor brutal como la violencia misma, porque no es el amor de complacencia o de contemplación, sino amor de acción, de transformación.

“Ya pasó el tiempo en que el “Cinema Novo” tenía necesidad de explicarse para poder existir; ahora el “Cinema Novo” tiene necesidad de autoacusarse para hacerse comprender mejor, al menos en la medida en que nuestra realidad puede ser comprendida, a la luz de un pensamiento que el hambre no haga débil o delirante.

“Por lo tanto el “Cinema Novo” no puede desarrollarse más allá de las fronteras del proceso económico-social del Continente. Por esto en sus verdaderos comienzos no tenía contactos con el cine mundial, salvo en lo que concierne a sus aspectos técnicos, industriales y artísticos.

“Nuestro cine es un cine que se pone en movimiento en un ambiente político de hambre y que por lo tanto sufre las flaquezas propias de su particular existencia.

SALA VIRTUAL DE CINE Y VIDEO GLAUBER ROCHA

¿Es posible pensar hoy en hacer un tipo de cine distinto al propiciado y desarrollado por Hollywood?

Goddard, quien no se ha doblegado ni sucumbido ante el poderío avasallador de la industria de producción audiovisual “gringa”, piensa que los llamados “cines nacionales” que florecían en todos los continentes como alternativa creativa y cultural que propugnaba al cine como un arte de experimentación, de investigación e, incluso, de lucha intelectual y política para reivindicar los valores e ideales de una sociedad diversa, liberada o en vías de liberarse, han sucumbido para dar paso a un aparato global de dominación cultural y audiovisual.

A través de este Blog pretendemos iniciar un proceso de revisión y de discusión acerca de las distintas propuestas e iniciativas cinematográficas que alguna vez tuvieron una relativa difusión en nuestro continente, y que en nuestro país fueron canceladas abruptamente a partir de 1973 por ser consideradas subversivas o peligrosas para la salud política de una población vigilada y enmudecida.

Queremos comenzar nuestro recorrido dando a conocer una de las expresiones de cine latinoamericano que propiciaba una liberación anticolonial: el cinema novo brasileño y Glauber Rocha con sus manifiestos.

Hoy, los nuevos medios digitales y sus redes sociales, nos permiten intentar resolver ese desfase al que fue sometida, forzosamente, la sociedad chilena y su intelectualidad perseguida, exiliada o amordazada. Queremos dar inicio a esta sección, poniendo a funcionar una Sala de Cine Virtual para la recuperación de la memoria cinematográfica chilena y latinoamericana.